¡Hola! Mi nombre es Evangelina Guzmán. Nací en México en una ciudad el 20 de enero de 1962. Desde muy joven me apasionó tanto el ejercicio físico como los retos intelectuales. El ballet fue mi primer amor, al que dediqué nueve años de estudio hasta los 18 años. Sin embargo, un año antes de completar mi formación como bailarina profesional, tomé la difícil decisión de abandonar los estudios, ¡una elección de la que luego me arrepentí por supuesto!
Durante mi preparatoria me interesé por la ciencia y eventualmente me licencié en matemáticas puras por la facultad de ciencias de la UNAM. Durante muchos años, trabajé como profesora de matemáticas en diversas prepas hasta mi jubilación en 2017. Durante mis años universitarios, también me uní al equipo de atletismo y destaqué en pruebas como las carreras de 1500 y 5000 metros. Correr se convirtió en mi segunda pasión, y disfruté desafiándome a mí misma con distancias más largas de hasta 20k en carretera hasta maratón.
Equilibrar las exigencias de la maternidad, un trabajo de tiempo completo dando clases, tutorías privadas y dos sesiones diarias de entrenamiento riguroso fue todo un reto, tristemente correr me proporcionaba una vía de escape de la infelicidad a la que me enfrentaba en mi matrimonio. Esta intensa concentración en la carrera acabó provocándome un síndrome de sobre entrenamiento y una grave lesión de espalda que me obligó a abandonar el atletismo de competición.
Me encontraba luchando contra el aumento de peso, el dolor de espalda crónico y el divorcio, al mismo tiempo. Fue durante esta época cuando se produjo un acontecimiento que me cambió la vida: mis perros cayeron en un pozo de aguas residuales, lo que me llevó a tomar medidas decisivas para salvarlos a pesar de los riesgos que esto implico para mí ya que casi me ahogo también. Esta experiencia me inspiró para dar prioridad a mi fuerza corporal y mi bienestar emocional embarcándome en el culturismo.
En 2006, a la edad de 44 años, tomé la maravillosa decisión de participar en mi primera competición de culturismo para celebrar mi 45 cumpleaños. A lo largo de todos estos años, gracias a una dedicación inquebrantable y al trabajo duro, desafié las expectativas y logré mi sueño de alcanzar la categoría de profesional del culturismo a los 55 años.
Desde entonces, he participado en numerosos concursos profesionales y fui seleccionada para competir en el prestigioso Olympia Máster en Rumanía en 2023, un sueño hecho realidad que antes parecía inalcanzable.
Este viaje por el culturismo me ha enseñado valiosas lecciones sobre resiliencia, perseverancia y el potencial ilimitado que poseemos para reinventarnos en cualquier etapa de la vida.
En conclusión, lo que empezó como una promesa personal de fortalecerme físicamente se ha convertido en una notable transformación que me ha aportado una inmensa satisfacción y orgullo. Con dedicación y perseverancia, he convertido mi pasión en realidad y he demostrado que nunca es demasiado tarde para perseguir tus sueños y liberar todo tu potencial.